







La primera oportunidad para dirigir su propia película le llega en 1989, con 32 años. Su debut se titula "Un gran amor" y, particularmente, es todavía una de sus mejores películas. En ella vemos un jovencito John Cusack interpretando un papel de joven confuso, despreocupado y de clase media-baja que se enamora de una futura brillante universitaria de clase media-alta. En esta primera película aprendemos varias constantes que se repetirán en las demás cintas: papel protagonista de la música (Crowe es un gran amante de la música pop de su tiempo, es decir, que al tío le encanta el rock, el grunge, el folk...), la ciudade de Seattle le sirve de telón de fondo para su debut y su segunda película, las relaciones de los jóvenes (interesados en el sexo, la amistad, pero sobretodo el amor).
Su segunda película, "Solteros" (1992) vendría a ser una evolución natural de "Un gran amor", con personajes algo más creciditos pero todavía con muchas inquietudes. El amor y las relaciones sociales vuelven a ser los puntos de partida y final de la cinta. Esta vez, Cusack es substituido en el papel principal por Matt Dillon, aunque en esta ocasión el protagonismo es más coral y repartido. Seattle y su música grunge de la época (Nirvana, Pearl Jam) impregna por completo todo el metraje.
Crowe da un salto de madurez con "Jerry Maguire" (1996). Es la primera vez que trabaja con un actor de tanto renombre como Tom Cruise y cuenta, en el papel femenino, con un valor en alza: Renée Zellweger. A pesar de que la historia tiene un tufo a romanticismo barato, típico y convencional, Crowe sorprende con un guión ágil, divertido y dinámico que conjuga muy bien y sin darte cuenta los aspectos románticos y deportivos. Por esta razón, dos de los mejores momentos de la película se reparten en estas dos categorías: la escena en la que Cruise va a casa de la chica y, delante de sus amigas, le dice que la quiere a lo que ella le responde algo así como: "me tenías con el 'hola'". Por otra parte, la escena antes comentada de Gooding Jr. alentando a Cruise el "show me the money".
En el 2000 Crowe dirige probablemente la mejor película hasta el momento. "Casi famosos" lo tiene casi todo: mucha y buena música, chicos interesantes, chicas guapas, una bonita historia de amor y ese aire de road trip que tanto gusta. Se nota que Crowe escribe y dirige su propia experiencia, por lo que resulta más fácil a la hora de expresar sentimientos. El vestuario y el decorado es excelente y no recuerdo una película mejor de Kate Hudson, genial en su papel de Penny Lane. Pero no fue la parte más visual sino el guión lo que recibió más premios, entre ellos el Oscar a Mejor Guión Original.
Un año después Crowe adapta el guión y dirige "Vanilla Sky", el remake yankee de "Abre los ojos". Vuelve a contar con Cruise como protagonista, probablemente gracias al buen feeling en "Jerry Maguire". El mismo Cruise es el productor, quien se encarga de llevar la película de Amenábar a las pantallas americanas (eso ya lo tienen los americanos, no estrenan películas extranjeras sinó que las adaptan). De todas maneras, obviamente la película no tiene ni punto de comparación con la original, perdiendo buena parte de esa aura de misterio y oscuridad que envuelve la cinta de Amenábar.
Finalmente, en 2005 Crowe escribe y dirige "Elizabethtown", una comedia romántica protagonizada por Orlando Bloom y Kirsten Dunst. He tardado mucho en verla porque tenía prejuicios ante esta película: no me gusta Bloom, lo veo un guaperas más, no me apetecía ver una película romanticona de ese estilo. Pero al verla, reconozco que me ha gustado más de lo que esperaba (no era muy difícil). Corroboro que Bloom es una pésima elección y, de hecho, lo hace fatal (me sorprende que el mismo Crowe afirmara que pensó especialmente en Bloom a la hora de escribir el personaje). Dunst, sin estar brillante, lo hace mucho mejor que él, al menos sabe lo que tiene qué hacer. Para este tipo de películas hace falta conseguir la química adecuada entre los actores y, sobretodo, tener muy claro quiénes quieres que sean. Bloom es un guapito de cara, pero quizá hubiera sido mejor poner un Cusack antiguo. Si alguien ha visto "500 días juntos", ESA es la pareja que hubiera ido bien en esta película. De nuevo, Crowe vuelve a echar mano de sus propias vivencias para escribir el guión de "Elizabethtown". En este caso, la película se basa en los sentimientos que experimentó el director tras la inesperada muerte de su padre en 1989.





La competencia a nivel comercial del cine español contra el cine extranjero es una guerra que se lleva librando toda la vida en las salas de cine. Pocas batallas ha ganado el cine español, todas ellas de la mano de Almodóvares y Torrentes. Pero como el Real Madrid de hace unos años, un equipo formado por Zidanes y Pavones no marca la diferencia para ganar títulos. Se necesita algo más. ¿Ideas?
Tal vez haya falta de ideas a nivel comercial dentro de nuestra Academia. Hace unos meses se puso al frente de la Academia de Cine Español el director, guionista y productor Álex de la Iglesia, un tipo imaginativo y, en ocasiones, transgresor. Autor de películas como "El día de la bestia" o "Muertos de risa", hace unos años pareció entender lo que había que hacer para atraer al público a las salas de cine para ver un producto castizo con su última obra "Los crímenes de Oxford". Con algo más de presupuesto y estilo, de la Iglesia adaptó una novela con el suficiente misterio para enganchar al espectador y ofreció su papel protagonista a Elijah Wood, nada menos que Frodo Bolson en "El señor de los anillos", compartiendo cartel con John Hurt y Eleonor Watling. La fórmula parece que surtió efecto y colocó la película en la 15ª posición de las películas más taquilleras de 2008, aunque la primera de producción española. "Los crímenes de Oxford" recaudó algo más de 8 millones de euros, superando los poco más de 7 millones recaudados por "Mortadelo y Filemón", "Vicky Cristina Barcelona" y los 6 de "Che: el argentino" (estas dos últimas dudosamente se les ha atribuido la producción española). Como se ve, la guerra es tan difícil de ganar que desde hace mucho tiempo ya se cree que es mejor ganar algunas batallas clave que permitan subsistir a la pequeña y modesta industria española del cine.
Esta es la lista completa de las primeras 15 películas más taquilleras en España durante 2008:
Se puede apreciar 8 de ellas basadas íntegramente en un guión escrito para cine, de las cuales hay 3 de animación y una infantil ("High School Musical"). Hay una basada en comic ("Batman") y 4 basadas en novelas ("El niño con el pijama de rayas", "Crepúsculo", "Crónicas de Narnia" y "007"), sin contar la mencionada "Crímenes de Oxford".
Se puede extraer de estos datos que hay un equilibrio entre las producciones creadas para cine con un objetivo recaudador y de puro entretenimiento, con guiones seguramente bastante planos y diálogos poco curtidos; un surtido de cine de animación que siempre se sitúa muy alto en la taquilla y, finalmente, aquellos productos basados en guiones ya escritos, muy probablemente novelas de éxito. Los americanos son especialistas en llevar a la gran pantalla sus propios libros que funionan en las librerías. El último ejemplo más paradigmático es la saga "Crepúsculo", que con un presupuesto de 37 millones de dólares para la primera entrega y unos 50 para la segunda, ya ha recaudado entre las dos más de 800 millones de dólares en todo el mundo. Porque se trata de una saga novelística de gran éxito alrededor del mundo, no solo en los Estados Unidos. Otros ejemplos claros de los últimos años son las adaptaciones de los diferentes Harry Potter, que ya han recaudado más de 1.000 millones de dólares en todo el mundo, y las del mundo de Narnia.
Esta fórmula es sencilla, se trata de adaptar una novela ya hecha y que todavía tiene tirón de ventas, para llevarla a la gran pantalla junto a una buena campaña publicitaria. Si bien es cierto que el aparato publicitario de Hollywood es monstruosamente superior a cualquier otro, el supuesto éxito de la novela que precede a la película debería ser suficiente para garantizar una buena acogida en los cines. Esto es lo que deben haber pensado en Suecia con el gran fenómeno de masas "Millenium". La industria de cine sueco no ha tardado en hacerse con los derechos de las novelas del tito Stieg Larsson para llevarlas al cine, con bastante gusto, por cierto. No han hecho adaptaciones libres con restricciones morales porque, a la hora de la verdad, lo que la gente quiere ver es lo mismo que ha leído antes.
En España parece que no nos hemos enterado todavía de esta fórmula mágica NOVELA DE ÉXITO=PELÍCULA TAQUILLERA. He nombrado las películas españolas más taquilleras de 2008, pero veamos las de años anteriores:
El orfanato (2007): 24 millones de €
REC (2007): 7,7
Las trece rosas (2007): 4,3
Alatriste (2006): 16,5
Volver (2006): 10
El laberinto del fauno (2006): 7
Los Borgia (2006): 6,5
Los 2 lados de la cama (2006): 4,4
Torrente 3 (2005): 18
Princesas (2005): 6
El penalti más largo del mundo (2005): 5
Mar adentro (2004): 19
Isi & Disi (2004): 7,3
El lobo (2004): 7
La mala educación (2004): 6
Crimen ferpecto (2004): 4,2
Mortadelo y Filemón (2003): 23
Días de futbol (2003): 11,6
Carmen (2003): 6,2
El oro de Moscú (2003): 5,8
El otro lado de la cama (2002): 12
Los lunes al sol (2002): 7,5
Hable con ella (2002): 5,2
De todas estas películas, tan solo 4 están basadas en una obra previa. De éstas, únicamente "Alatriste" se basa en un best-seller, en su caso escrito por Arturo Pérez Reverte. Aunque ha costado años llevar a la gran pantalla las aventuras del capitán Alatriste, una colección que comenzó en 1996.
El cine de autor y el director-guionista es siempre bienvenido. De hecho, a mi parecer aglutina ambas cualidades que necesita un creador puro, aquel que realiza un ejercicio de arte e inscribe su producto no solo en la industria sino en la cultura. No por ello, el director que no escribe el guión que dirije es menos artista ni el resultado peor. De hecho, en ocasiones hace falta reunir las mejores piezas para crear un producto que sea competitivo a nivel de ventas. Un buen guión cuyo éxito le preceda como podría ser una novela exitosa, un buen director que sepa trasladar el dinamismo y la fidelidad de las páginas a la pantalla y un buen guionista que adapte la historia. Los actores, en realidad, representan el elemento menos importante si los tres anteriores se equilibran correctamente. Incluso se puede optar por jóvenes apuestas de futuro.

La industria del cine español debería fijarse en aquellos autores que, hace 2 o 3 años, batieron récords de ventas con sus respectivas obras literarias. Tales como Matilde Asensi (El último catón), Carlos Ruiz Zafón (La sombra del viento), Julia Navarro (La Hermandad de la sábana blanca), Javier Sierra (La cena secreta) o Ildefonso Falcones (La catedral del mar). La mayoría de estas novelas tienen en común un argumento cargado de misterio e historia que puede recordar a la obra de Dan Brown (El código Da Vinci) o Ken Follet (Los pilares de la tierra). Si bien es cierto que algunas de estas obras requerirían un esfuerzo extra ya que retratan la sociedad de otra época, el mejor ejemplo para trasladar a la gran pantalla y cuya adaptación no se adolecería de esta limitación sería "La sombra del viento". El libro de Zafón nos traslada a una Barcelona más o menos moderna con una historia que atraería tanto a jóvenes como a adultos. Además, la ciudad condal recibiría una atención especial y el rodaje crearía parte de la publicidad viral que después necesitaría la película para promocionarse.
En definitiva, no soy ningún gurú cuando digo que está más claro que el agua. Un libro que vende millones y millones de ejemplares en todo el mundo, escrito por un autor español, se transformaría en éxito de taquilla asegurado con bastante seguridad. Además, el producto si se hace con calidad se puede llegar a exportar al extranjero tal y como se ha hecho con la saga "Millenium". Quien sabe, a lo mejor ya se está negociando y yo sin enterarme.
The Cat Piano from PRA on Vimeo.






Pero "Transformers" vuelca todo un esfuerzo en conseguir una obra sin parangón en el campo de los efectos especiales y la acción pero se olvida de los personajes y de la historia. Resulta imposible empatizar con los robots, quizá porque están tan bien reproducidos que, realmente, parecen máquinas. A fin de cuentas es lo que son, pero en los muñecos o en la serie de animación, los robots tenían rasgos y expresiones faciales más reconocibles, aunque por ello les hiciera menos creíbles como máquinas. Los personajes humanos, por su parte, son bastante pobres. El chico tiene algo de gracia, de hecho, el actor Shia Labeouf es lo único que se salva de la saga. Es probable que nos encontremos ante un futuro exitazo de Hollywood, con rasgos de Michael J. Fox en "Regreso al futuro", Harrison Ford en "Indiana Jones" y quien sabe, algo de chulería a lo Bruce Willies en... en... en cualquiera de sus películas.
¿Qué decir de Megan Fox? Pues vale la pena comentar algo de ella para ver si algún curioso teclea su nombre en Google y da con mi humilde blog. Su belleza la precede, es un handicap para la chica cuando quiera ponerse a hacer cine INTERPRETATIVO de verdad. De momento, pues ya le va bien enseñar carne y llenarse los bolsillos. Sus escenas, en las 2 películas, son calcadas. La primera secuencia en la que aparece lo hace contoneando su cuerpo ante un vehículo (coche y moto). Planos cortos y lentos para que el espectador no pierda detalle alguno de sus curvas. Las siguientes escenas consisten en momentos de acción en los que Fox corre y, con ello, mueve su cuerpo y su pelo. Finalmente están las escenas románticas en las que priman los primeros planos de Fox haciendo morritos mientras da ánimo al héroe. Como véis, nada original. Me quedo con un toque humorístico sutil de los guionistas en la segunda parte. En una escena, un robot pequeño e inofensivo de los Decepticon murmura en voz alta refiriéndose a ella: "muy bonita pero no muy lista".


dudosa calidad "Push". La actriz protagonista es una chica joven llamada Gabourey Sidibe, de 26 años, nacida en Brooklyn y crecida en Harlem, quien debuta en la gran pantalla con esta película. También aparecen actuando Lenny Kravitz y una desconocida Mariah Carey (ver foto). Ya he hablado de los productores, dos personajes de gran influencia no solo en el entorno negro sino en las grandes esferas de Hollywood. Recuerdo que para los Oscar, buena parte de lo necesario para recibir estatuillas es la posición en la que te encuentres, tus contactos y amistades. Sino, ¿de qué tantos Oscar dudosos como el de mejor actriz para Reese Witherspoon en "En la cuerda floja"? Pues porque la amiga es una de las mayores productoras de la industria y está metida hasta el fondo, con todas las amistades y contactos que ello conlleva.

LÍO DE PRODUCTORAS
Pero vayamos por partes, porque ni es oro todo lo que reluce ni mierda lo que huele mal. TODO EMPIEZA con el guión escrito por el inglés Simon Beaufoy. Bueno, en realidad empieza con el libro Q & A, de 2005, la primera novela de Vikas Swarup. Beaufoy asegura que se inspiró en dicho libro para escribir la historia. En 2006, dos pequeñas productoras inglesas (Celador Films y Film4 Productions) invitan al director Danny Boyle a que se lea el guión para ver
si le interesa el proyecto. Por aquel entonces, Boyle ya es un director de renombre habiendo dirigido "Trainspotting" en el 97 o "28 días después" en 2002, entre otras. En un principio no le interesa pero cuando se entera que Beaufoy ha escrito el guión, accede. ¿Por qué? Quizás porque Beaufoy es el autor del guión de "Full Monty", la película británica más rentable de la historia. Las dos productoras inglesas consideran que necesitan 15 millones para rodar la película, por lo que creen conveniente ofrecer el proyecto a una gran major americana que la cofinancie. En un principio es Fox Searchlight quien se interesa, pero finalmente es Warner Independent Pictures quien se lleva el gato al agua. Por su parte, la productora y distribuidora francesa Pathé se hace con los derechos internacionales (en EEUU los tiene Warner) de la película. En 2008, la sección Warner Independent Pictures cierra y los derechos pasan a la todopoderosa Warner Brothers, quien duda de la rentabilidad de "Slumdog" e incluso especula con sacarla directamente en DVD. Finalmente hacen un pacto con Fox Searchlight por el cual se dividen al 50% la distribución. Hago un salto en el tiempo en el contexto de las productoras hasta el 31 de marzo de 2009, fecha en la que sale el DVD en EEUU. Todos quieren su trozo de pastel, así que en esta ocasión es la 20th Century Fox quien se hace con los derechos de la producción y distribución del DVD.
En definitiva, al patito feo al final le salen novias por todos lados hasta bailar con las más populares: FOX (20th Cent. y Searchlight), Warner, Pathé, Celador Films y Film4 Productions. Por no hablar de las distribuidoras locales establecidas en cada país. En España, por ejemplo, quien ha engordado su cuenta corriente ha sido Filmax, encargada de distribuir la película en las salas de cine.
TOMA EL DINERO Y CORRE
Al final, ¿quién se lleva todo ese dinero? El mayor beneficiado de todo esto es Fox Searchlight, quien apostó por llevar la película a las pantallas. Aunque una pequeñísima parte de la taquilla fuera a parar a Boyle y a las dos primeras productoras pequeñas, la grandísima mayoría se lo lleva Fox. Pregunta moral: ¿tiene la Fox una obligación moral de devolver, de alguna manera, el favor al pueblo indio? La respuesta no es fácil y tiene muchísimos matices, aunque lo rápido sería decir NO. La realidad captada por el libro, más tarde por el guión, los actores, las cámaras y finalmente los espectadores, es decir, todo lo relacionado con la cultura desde un punto de vista creativo, dejan paso a un PRODUCTO, que se produce (valga la redundancia), se maqueta, se distribuye y se vende cual jersey de Zara, silla de Ikea o zapatilla de Nike. Nadie cuestiona si Zara, Ikea o Nike contribuyen a una mejora de los países manufactureros del tercer mundo. Sin embargo, un producto de Hollywood que denuncia esa pobreza y enseña al mundo su magnitud, recibe las críticas del público. Hollywood es una empresa, no financia cultura por amor al arte sino que se nutre de la cultura para vender sus productos. ¿Y el director o las primeras productoras que fueron a trabajar allí? Ellos son el primer contacto, quienes crean la obra. Al final de la historia, no son precisamente los que se llevan el botín, así que es complicado para ellos implicarse en la situación porque no son una ONG. A quien les debería dar vergüenza es al gobierno indio. Si se enfurecen al comprovar la imagen que proyecta la película, hasta el punto de acusarla de hacer apología de "pornografía de la pobreza". Ellos deberían ser los responsables.
INICIATIVAS SOLIDARIAS
Pero no todos son tan malos, hay quienes ven la oportunidad de inciar una campaña solidaria para la ayuda de la erradicación de la pobreza en la India. El pasado 24 de marzo (recordar que la película se estrenó en España en febrero) Filmax y una unión de más de 120 cines de toda España deciden dar toda la recaudación de taquilla de ese día a dos asociaciones solidarias: Plan España y Sonrisas de Bombay. A pesar que muchos ya habían visto la película, era una buena excusa para que repitieran y fueran aquellos que se la habían perdido. No he podido dar con la cifra exacta aunque hay pistas de lo que podría haber sido: el primer fin de semana de marzo, la película recauda 1,7 millones de euros. 20 días después, y teniendo en cuenta la promoción y la sensibilidad de la gente, bien podrían haber recaudado entre medio millón y 1 millón de euros. Y eso fue a parar íntegramente a las ONG. Un bonito detalle. Pero sin duda una buena promoción de los cines y una brillante estrategia de marketing de Filmax.
LA REALIDAD PERSISTE, AUNQUE CON BROTES VERDES
El 14 de mayo se puede leer en El País la noticia de que las autoridades locales de Bombay ordenó derribar parte de 50 alojamientos construidos de forma ilegal donde vivían, entre muchos otros, cerca de 20 niños que actuaron en la película. Como se ve, el gobierno sigue en sus trece y se dedica a lo suyo. Únicamente les prometió un apartamento a las familias del niño y la niña protagonistas, aunque por aquella fecha todavía estaban esperando.
En julio, El País anuncia que Rubina Ali, la niña pequeña protagonista, cuenta su vida en las chabolas lanzando un libro biográfico con la ayuda de dos periodistas. Poco a poco ya se van viendo brotes reales de cómo un producto ideado desde la cultura y manufacturado desde el comercio, puede llegar a movilizar a la gente para obtener recursos en la ayuda contra la pobreza. Gracias a su libro El sueño de Rubina, la niña y su familia (quienes todavía no han obtenido el piso prometido por las autoridades), recibieron un anticipo de 10.000 euros y la promesa de recibir el 10% de las ventas planetarias, lo cual debe ser bastante. Antes del libro, Rubina seguía viviendo en la chabola pero su vida había cambiado ya que ahora podía estudiar gracias al patrocinio del propio Danny Boyle, director de la película.
El mejor artículo lo escribe ABC el pasado 7 de julio. En él se comenta la nueva situación del joven actor Azharuddin Ismail. Al parecer Ismail y su familia pudieron mudarse a un piso de 25 metros cuadrados (lo cual en India es todo un palacio) en una zona acomodada de Bombay. También se hace referencia al Fondo Jai Ho, creado por los productores de "Slumdog Millionaire" para financiar la educación de los niños, quien desembolsó algo más de 30.000 euros por la vivienda. El propio director Boyle anunció la adquisición de la casa así como la de otros 20 niños que aparecían en la película.