martes, 1 de diciembre de 2009

De la tinta al celuloide


La competencia a nivel comercial del cine español contra el cine extranjero es una guerra que se lleva librando toda la vida en las salas de cine. Pocas batallas ha ganado el cine español, todas ellas de la mano de Almodóvares y Torrentes. Pero como el Real Madrid de hace unos años, un equipo formado por Zidanes y Pavones no marca la diferencia para ganar títulos. Se necesita algo más. ¿Ideas?

Tal vez haya falta de ideas a nivel comercial dentro de nuestra Academia. Hace unos meses se puso al frente de la Academia de Cine Español el director, guionista y productor Álex de la Iglesia, un tipo imaginativo y, en ocasiones, transgresor. Autor de películas como "El día de la bestia" o "Muertos de risa", hace unos años pareció entender lo que había que hacer para atraer al público a las salas de cine para ver un producto castizo con su última obra "Los crímenes de Oxford". Con algo más de presupuesto y estilo, de la Iglesia adaptó una novela con el suficiente misterio para enganchar al espectador y ofreció su papel protagonista a Elijah Wood, nada menos que Frodo Bolson en "El señor de los anillos", compartiendo cartel con John Hurt y Eleonor Watling. La fórmula parece que surtió efecto y colocó la película en la 15ª posición de las películas más taquilleras de 2008, aunque la primera de producción española. "Los crímenes de Oxford" recaudó algo más de 8 millones de euros, superando los poco más de 7 millones recaudados por "Mortadelo y Filemón", "Vicky Cristina Barcelona" y los 6 de "Che: el argentino" (estas dos últimas dudosamente se les ha atribuido la producción española). Como se ve, la guerra es tan difícil de ganar que desde hace mucho tiempo ya se cree que es mejor ganar algunas batallas clave que permitan subsistir a la pequeña y modesta industria española del cine.

Esta es la lista completa de las primeras 15 películas más taquilleras en España durante 2008:


Se puede apreciar 8 de ellas basadas íntegramente en un guión escrito para cine, de las cuales hay 3 de animación y una infantil ("High School Musical"). Hay una basada en comic ("Batman") y 4 basadas en novelas ("El niño con el pijama de rayas", "Crepúsculo", "Crónicas de Narnia" y "007"), sin contar la mencionada "Crímenes de Oxford".

Se puede extraer de estos datos que hay un equilibrio entre las producciones creadas para cine con un objetivo recaudador y de puro entretenimiento, con guiones seguramente bastante planos y diálogos poco curtidos; un surtido de cine de animación que siempre se sitúa muy alto en la taquilla y, finalmente, aquellos productos basados en guiones ya escritos, muy probablemente novelas de éxito. Los americanos son especialistas en llevar a la gran pantalla sus propios libros que funionan en las librerías. El último ejemplo más paradigmático es la saga "Crepúsculo", que con un presupuesto de 37 millones de dólares para la primera entrega y unos 50 para la segunda, ya ha recaudado entre las dos más de 800 millones de dólares en todo el mundo. Porque se trata de una saga novelística de gran éxito alrededor del mundo, no solo en los Estados Unidos. Otros ejemplos claros de los últimos años son las adaptaciones de los diferentes Harry Potter, que ya han recaudado más de 1.000 millones de dólares en todo el mundo, y las del mundo de Narnia.

Esta fórmula es sencilla, se trata de adaptar una novela ya hecha y que todavía tiene tirón de ventas, para llevarla a la gran pantalla junto a una buena campaña publicitaria. Si bien es cierto que el aparato publicitario de Hollywood es monstruosamente superior a cualquier otro, el supuesto éxito de la novela que precede a la película debería ser suficiente para garantizar una buena acogida en los cines. Esto es lo que deben haber pensado en Suecia con el gran fenómeno de masas "Millenium". La industria de cine sueco no ha tardado en hacerse con los derechos de las novelas del tito Stieg Larsson para llevarlas al cine, con bastante gusto, por cierto. No han hecho adaptaciones libres con restricciones morales porque, a la hora de la verdad, lo que la gente quiere ver es lo mismo que ha leído antes.

En España parece que no nos hemos enterado todavía de esta fórmula mágica NOVELA DE ÉXITO=PELÍCULA TAQUILLERA. He nombrado las películas españolas más taquilleras de 2008, pero veamos las de años anteriores:

El orfanato (2007): 24 millones de €
REC (2007): 7,7
Las trece rosas (2007): 4,3
Alatriste (2006): 16,5
Volver (2006): 10
El laberinto del fauno (2006): 7
Los Borgia (2006): 6,5
Los 2 lados de la cama (2006): 4,4
Torrente 3 (2005): 18
Princesas (2005): 6
El penalti más largo del mundo (2005): 5
Mar adentro (2004): 19
Isi & Disi (2004): 7,3
El lobo (2004): 7
La mala educación (2004): 6
Crimen ferpecto (2004): 4,2
Mortadelo y Filemón (2003): 23
Días de futbol (2003): 11,6
Carmen (2003): 6,2
El oro de Moscú (2003): 5,8
El otro lado de la cama (2002): 12
Los lunes al sol (2002): 7,5
Hable con ella (2002): 5,2


De todas estas películas, tan solo 4 están basadas en una obra previa. De éstas, únicamente "Alatriste" se basa en un best-seller, en su caso escrito por Arturo Pérez Reverte. Aunque ha costado años llevar a la gran pantalla las aventuras del capitán Alatriste, una colección que comenzó en 1996.


El cine de autor y el director-guionista es siempre bienvenido. De hecho, a mi parecer aglutina ambas cualidades que necesita un creador puro, aquel que realiza un ejercicio de arte e inscribe su producto no solo en la industria sino en la cultura. No por ello, el director que no escribe el guión que dirije es menos artista ni el resultado peor. De hecho, en ocasiones hace falta reunir las mejores piezas para crear un producto que sea competitivo a nivel de ventas. Un buen guión cuyo éxito le preceda como podría ser una novela exitosa, un buen director que sepa trasladar el dinamismo y la fidelidad de las páginas a la pantalla y un buen guionista que adapte la historia. Los actores, en realidad, representan el elemento menos importante si los tres anteriores se equilibran correctamente. Incluso se puede optar por jóvenes apuestas de futuro.



La industria del cine español debería fijarse en aquellos autores que, hace 2 o 3 años, batieron récords de ventas con sus respectivas obras literarias. Tales como Matilde Asensi (El último catón), Carlos Ruiz Zafón (La sombra del viento), Julia Navarro (La Hermandad de la sábana blanca), Javier Sierra (La cena secreta) o Ildefonso Falcones (La catedral del mar). La mayoría de estas novelas tienen en común un argumento cargado de misterio e historia que puede recordar a la obra de Dan Brown (El código Da Vinci) o Ken Follet (Los pilares de la tierra). Si bien es cierto que algunas de estas obras requerirían un esfuerzo extra ya que retratan la sociedad de otra época, el mejor ejemplo para trasladar a la gran pantalla y cuya adaptación no se adolecería de esta limitación sería "La sombra del viento". El libro de Zafón nos traslada a una Barcelona más o menos moderna con una historia que atraería tanto a jóvenes como a adultos. Además, la ciudad condal recibiría una atención especial y el rodaje crearía parte de la publicidad viral que después necesitaría la película para promocionarse.


En definitiva, no soy ningún gurú cuando digo que está más claro que el agua. Un libro que vende millones y millones de ejemplares en todo el mundo, escrito por un autor español, se transformaría en éxito de taquilla asegurado con bastante seguridad. Además, el producto si se hace con calidad se puede llegar a exportar al extranjero tal y como se ha hecho con la saga "Millenium". Quien sabe, a lo mejor ya se está negociando y yo sin enterarme.

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