martes, 3 de noviembre de 2009

"Mary & Max", una joya de la animación australiana


Seguro que todos conoceréis a los divertidos personajes de plastilina Wallace y Gromit, del creador inglés Nick Park. Aunque no se haya visto ninguna película, seguro que os suenan. Ese solterón bobalicón e ingenioso y su perro/amigo. Son personajes hechos con arcilla (plastilina) sobre esqueletos de alambre y filmados con la técnica de animación llamada stop-motion o claymation.


En la otra parte del mundo hay otro creador llamado Adam Elliot. Es australiano y ha ganado numerosos premios con sus cortos, en especial con el titulado "Harvey Krumpet", una emotiva historia sobre un hombre con Síndrome de Tourette, que va desde su infancia hasta su vejez. (Más abajo os pongo el corto entero para que el que lo quiera ver, es muy bonito).

El año pasado, Elliot dirigió su primer largometraje de animación en stop-motion titulado "Mary & Max". La película narra los 20 años de relación por carta entre una niña australiana y un hombre de mediana edad norteamericano de Nueva York. La película comienza con el mensaje "Based on true story". He tratado de buscar información al respecto pero no he encontrado nada. De todas maneras, la historia es suficientemente emotiva, divertida y curiosa que atrae desde el primer minuto. La voz en off resulta reconfortante, te lleva de un lugar a otro y de un momento a otro sin resultar forzoso. Los personajes (y sus vidas) están llenos de detalles y ambos tienen una pesonalidad muy característica.

A diferencia de Wallave & Gromit, cuyo creador se mueve más en el terreno del humor y las situaciones rocambolescas, Mary & Max (igual que Harvey Krumpet) se centra en las personalidades, los modos de vida y el día a día. En este caso Max, el judió obeso de 44 años con el que se escribe la joven Mary, tiene Síndrome de Asperger. Está claro que Elliot tiene predilección por los trastornos de personalidad y desarrollo, supongo porque modelan un comportamiento curioso, diferente y tierno. Su intención es mostrarnos las historias con todo lujo de detalle para que el espectador se dé cuenta de que no se trata de enfermedades sinó de formas de ser diferentes a las convencionales.

Lo que está claro es que sus creaciones conmueven a la vez que divierten con un humor a la vez ácido e infantil, una fórmula arriesgada que no siempre sale como uno espera.

Recomiendo encarecídamente esta película, que por cierto se estrenó en el Festival de Sitges, para todos aquellos que les guste la animación, estén interesados en los trastornos generalizados del desarrollo o, simplemente, les apetezca ver una película corta, amable, conmovedora y divertida.


Tráiler de "Mary and Max"



"Harvey Krumpet", corto de Adam Elliot.

No hay comentarios: